Para la mayoría siempre ha
sido un problema encontrar los libros que
necesitamos para profundizar en el estudio y reflexión de nuestra fe
católica. Los problemas son varios: los precios
son imposibles, por lo que sólo es probable
acceder a ellos en bibliotecas de universidad
o de congregaciones religiosas, donde los ejemplares
escasean y siempre están prestados. En otros casos, las
ediciones están descontinuadas, por lo que hay que
hacer un verdadero trabajo arqueológico buscando entre
las estanterías polvorientas de parroquias o capillas. O
sencillamente, nos son desconocidos, pues aquellos que se
supone deberían orientarnos también los desconocen, prefiriendo al
autor de moda o la obra "top" que más suena,
que no siempre es la más rigurosa ni la
más fiel.
Parece ser misión del
apologeta, el catequista, el profesor de religión, el laico a pie, preocupado
por su fe, el desempolvar estos tesoros que gracias a las
nuevas tecnologías podemos compartir. Invito, pues, a todos los interesados a venir a
esta biblioteca que he llamado
de “san Justino” en homenaje al más conocido apologeta, filosofo, laico y mártir del siglo II, bajo
cuyo patrocinio dedico este espacio de
intercambio y, si se da la ocasión,
de experiencias, reflexiones y
de alguna joya
que por ahí también quisieran poner al alcance
de los hermanos.
¡Bienvenidos en Cristo!
A 27 días de
febrero, año del Señor de 2012.
¡MIL GRACIAS Y BENDICIONES POR SU MAGNÍFICO BLOG!
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